Eastward es una aventura de acción independiente de rol, donde vivirás en una comunidad subterránea que aprendió a temer al mundo exterior. Emana un ritmo suave y metódico, lo que desprende una muy buena experiencia, haciendo homenaje a los JRPG clásicos.
Asimismo, Eastward no es un juego muy complicado, pero si tiene una parte bastante sustanciosa donde presenta diferentes conceptos que querrás utilizar con ventaja y tenerlos en cuenta por lo que pueda pasar. Si quieres adentrarte en esta historia de John y Sam, aprovecha al máximo todo tu alrededor para encontrar tesoros, guardar, curar y usar el mapa adecuadamente, entre otras cosas.
Consejos y trucos para Eastward
Comprar el radar de tesoros
El radar del tesoro es un objeto que estará disponible desde el principio del juego y es muy asequible, por tan solo 50 sal (la moneda del juego) lo puedes adquirir. Este estará en la tienda de Johnny’s Emporium en la cima de la colina justo encima de tu caravana.
Este objeto te permitirá encontrar los tesoros mucho más fáciles, ya que se escuchará un pitido que se intensifica a medida que te vas acercando, incluso también lo puedes identificar por un pequeño icono que aparece en la parte superior de la pantalla, muy similar a la cobertura de un teléfono móvil. Es muy recomendable comprarlo porque es muy útil, ya que los tesoros están muy bien escondidos.
Guardar la partida
El guardado de la partida no es de una manera típica como si fuese a través de un menú de opciones, sino desde unas neveras que están repartidas por todo el mundo. Es muy importante que guardes con frecuencia para no perder ningún progreso, y porque al final, aunque el juego se guarde automáticamente, nunca está de más asegurarte de todo tu recorrido dentro del juego.
Consultar el mapa con frecuencia
Desde el menú de pausa tienes acceso a diferentes opciones que son verdaderamente importantes dentro del juego, una de ellas es el mapa. El mapa es muy útil, ya que te indica el próximo objetivo, la parte que no hayas descubierto todavía e incluso algunos caminos que puedes visitar para encontrar tesoros o para simplemente continuar con tu aventura.
Cocinar para curarte
Dentro de Eastward existe una mecánica muy sencilla y bastante beneficiosa que es la de cocinar, te lo explicamos todo en la guía de cómo cocinar. Si te falta vida, es una herramienta imprescindible para curarte. Compra algunos alimentos en las tiendas, pero siempre será mucho más eficaz cocinarlos. Los propios enemigos o algún cofre a lo largo de las mazmorras darán ingredientes que pueden usarse perfectamente para preparar recetas.
Deja que los enemigos vengan a ti y aturde
Es posible que, si vas tranquilo por algún pasillo, alguna babosa caiga del techo y empiece a atacarte, pero lo más recomendable es que cuando veas las sombras marcadas en el suelo, apártate y espera a que los enemigos vengan a ti. No tienes acceso a armas a distancia, lo que eso significa que, si te apresuras, te atacan y sufres daños innecesarios.
Otro consejo dentro de los combates es aturdir. Sam tiene una habilidad que le permite dejar inmóvil a los enemigos con una burbuja, eso puede ayudarte a coordinarlo con John para atacar con su saltén u otra arma.
Usa estratégicamente las bombas
Algo muy recomendable, de lo más recomendable diría yo, es dosificar bien las bombas. Puedes tener en el inventario hasta un total de 10, pero es cierto que, en varias localizaciones de las mazmorras te pueden pedir bombas como elemento imprescindible para avanzar o para completar puzles. Las bombas no solo las puedes colocar en el suelo, también es posible golpearlas con mucha rapidez para que se lancen mucho más lejos.
Conoce los puntos débiles de los jefes
El juego está dividido por un total de ocho capítulos. Entre los diferentes capítulos te encuentras con numerosos jefes a medida que avanzas, de hecho, no se ajusta a un jefe por capítulo, incluso puedes encontrarte con hasta tres. Lo importante es, que el juego te prepara para ello porque suele haber una nevera para guardar o un fuego para cocinar, lo que ya te esperas que lo que haya detrás de la puerta sea un jefe o un minijefe. La cuestión es que, es muy importante conocer sus puntos débiles para explotarlos y tener en cuenta el patrón de su movimiento.
