Comprar una consola de segunda mano es una idea maravillosa siempre, pero da vértigo, por aquello de que nos podemos llevar una patata a casa si no tenemos cuidado, pero hoy vamos a darte varios consejos para que no te lleves sustos entre estafas o consolas en mal estado.
La palabra "usado" puede tener una connotación negativa, porque nos hace pensar en algo sucio, con manchitas, polvo, fraggles viviendo dentro, con golpes... Pero no siempre es así. Hay gente que cuida mucho de sus pertenencias y aparatos electrónicos y no quieren timar a nadie. Además, comprar de segunda mano es siempre más que una cuestión de ahorro: es un acto ético, de rebeldía contra el capitalismo.
Por otra parte, da rabia porque en un momento de escasez como el que todavía arrastramos parece que los especuladores siguen campando a sus anchas con las PS5, sin ir más lejos, pero en cuantito se regularice la situación y bajen los precios, seguro que el mercado empieza a moverse de nuevo en este sentido. Por eso es tan importante ir preparaditos/as.
Qué comprobar antes de comprar una consola usada
Antes de meternos en harina, hay que tener presente que en una transacción ideal de una consola usada deberías tener la posibilidad de verla en directo y encenderla. En una tienda de segunda mano deberían ponértelo fácil, y aunque creas que con un vendedor/a particular será más complicado esto, cualquier persona con buenas intenciones no debería ponerte pegas.
A partir de aquí, ya es cosa tuya hasta qué punto quieres tomarte la molestia de revisar todo lo que viene más abajo. Cuanto más entres en detalle, menos sustos te llevarás después. Ah, y aunque algunos puntos parezcan obvios, al final hay muchos elementos y puntos fáciles de pasar por alto.
Estado de la consola: ¿funciona, está limpia?
Lo primero cuando tienes la consola delante o a la hora de pedir fotos es mirar si está limpia, si tiene desperfectos como rasguños o golpes. Evidentemente, estos detalles no van a afectar a tu experiencia a menos que haya algún golpe importante o algún arañazo serio.
En el caso de una consola con pantalla táctil puede impedirte jugar bien, por ejemplo, o si algún botón está dañado, podrías tener problemas para extraer los discos o encender la consola de esa forma. Mira también puntos clave como las rejillas de ventilación, si los tornillos o las tapas han sido manipuladas, si hay polvo acumulado...
El punto de los tornillos y las tapas es ciertamente importante porque si los precintos de garantía de la consola están rotos, eso significa que ha sufrido alguna reparación o que alguien ha tocado algo dentro, sea por limpiezas en profundidad o por reparaciones. En estos casos, si no se ha realizado por el servicio técnico o un experto, puede haberse hecho alguna chapuza.
El segundo paso sería aprovechar para encender la consola. No te conformes con ver aparecer el menú, tómate la molestia de jugar un poco, revisar que todo funciona de la forma que esperas. Tómate la molestia de probarla largo y tendido para saber si se calienta en exceso, si la batería se comporta como debería, etc.
Otro punto que se suele pasar por alto es si la consola tiene buena relación con Internet. Es decir, debes comprobar si se conecta sin problemas, pero no decimos si físicamente puede conectarse, sino si tiene permiso para hacerlo. Lo que pretenderás con esto es asegurarte de que el modelo en cuestión no está baneado de las tiendas y los juegos en línea, vaya.
Estado de los accesorios: mandos, cables y caja
Todo lo que hemos dicho puedes y debes trasladarlo al resto de componentes que deberían venir en la caja.
- Asegúrate de que cuenta con mandos o los accesorios necesarios para jugar, como en el caso de los lápices táctiles de las consolas portátiles, o los sensores de infrarrojos de las Wii...
- Al jugar, sé especialmente sensible al uso de los mandos: si los joysticks, botones y gatillos tienen buen tacto, si están muy desgastados, si se detectan bien todas las acciones. No es mala idea que te asegures de qué modelo o revisión son, porque algunos presentan mejoras que pueden interesarte.
- Revisa si la consola lleva incluidos los cables necesarios para jugar, porque si no te tocará a ti pasar por caja. En algunos casos, podría tratarse de cables exclusivos, y según la marca el potencial desembolso puede ayudarte a decidir entre dos anuncios de la misma consola.
- Hablando de pasar por caja, puede interesarte también si te vas a llevar la caja original o no. Piensa que, de cara al futuro, el contar con las cajas y folletos de instrucciones originales puede suponer un extra de dinerito en caso de que sigas la rueda de la segunda mano.
- Por último, asegúrate de la garantía de la consola. Si resulta que se casca tiempo después de tu compra, pero está en garantía, menos preocupaciones te llevas. Nada como preguntar directamente al vendedor/a para ello.