Steam es la plataforma de juegos para PC más grande de todas, y como tiene los brazos muy largos y los abre con amor, a veces publica juegos rarísimos, muy tróspidos y estrafalarios de manera completamente oficial. Entre ellos hay de todo: desde modestos juegos amateur a títulos elaborados y que sinceramente plantean escenarios o exploran ideas experimentales que no sabíamos que queríamos probar...
Me hace casi ilusión decir que para una lista como la de hoy me falta sitio y tiempo para enumerar todo lo que podría entrar. Sí, siempre falta sitio, pero en este caso me hace más ilusión de lo normal, porque me fascina lo raro, lo excéntrico, lo surrealista (como algunos de los juegos ideales para jugar en pareja); y todos los títulos que vienen más abajo son de traca.
Los 5 juegos más raros y surrealistas que he visto por steam
Panty Party
Empecemos durísimo con un shooter que se hace uno con la repugnante obsesión de los nipones por las bragas (a ver, que en esta casa no pretendemos hacer kink-shaming, pero este es un poco grimoso). En Panty Pary controlamos ropa interior femenina porque la protagonista puede convertirse en bragas, básicamente.
Salvado el momento de estupefacción por que exista un juego de esta índole en Steam, la comedia nos abraza y empezamos a pillarle el gustillo a esto de disparar siendo bragas. No voy a hablar de la historia que lo justifica porque es lo de menos; para ayudarnos en nuestra misión contamos con un arsenal tremendo formado por espadas, rayos láser, lanzas, boomerangs, etc. ¿Qué más quieres?
Press X to Not Die
¿Alguna vez te has puesto pedo y has dicho eso de "deberíamos hacer un juego con esto"? Se conoce que los creadores de Press X to Not Die también, y lo llevaron a cabo. Este juego de aventura gráfica —en formato de película interactiva— me genera nostalgia por todos los cortos y vídeos estúpidos que he grabado en la vida.
El título camina mucho por la senda del exploitation más clásico, mezclando violencia, erotismo, diálogos sobreactuados, más violencia... Todo ello puede ser posible gracias a un argumento que nos permite vivir una epopeya apocalíptica de zombis en la que hay sitio para la fantasía de inspiración videojueguil. Ahora coge aire y pruébalo, que cuesta menos de un euro.
My Summer Car
My Summer Car es uno de los juegos más gopnik que conozco, y como tal debe ser jugado enfundado/a en tu mejor atuendo Adidas, comiendo semechki y bebiendo mayonesa. Todo "transcurre" en Finlandia, a mediados de los 90 (cuando Rusia parecía estar quietecita), durante un verano en el que tenemos que construir un coche desde cero.
Es fascinante la cosa, porque más que un simulador parece un juego de supervivencia en el que no solo tenemos que hacer de mecánicos/as o colocar el ambientador de pino bien, sino que debemos que comer, beber y descansar para poder seguir con vida y salir con éxito. Todavía me pregunto por qué Lada no aprovecharía para patrocinarlo...
Who's Your Daddy?!
Iba a decir que este es uno de los juegos más raros de la lista pero, mira... Ya no sé ni qué es el bien ni qué es el mal. No sé cuántos hijos o hijas tendrás, o si alguna vez se te han perdido por la casa, pero si no, ponte en la situación, anda. Who's Your Daddy?! —con los signos de interrogación y exclamación, sí— es un juego competitivo para dos personas en el que hay que cuidar de un nene... o impedir que te cuiden.
La forma, si eres el adulto, es hacer de la casa un entorno seguro para bebés, sea cubriendo los enchufes, escondiendo la lejía, los alcoholes, vigilando la cocina... mientras vigilas las constantes vitales del criajo en todo momento. En el caso de que te ocupes de ser el bebé de las narices, da rienda suelta a tu creatividad y busca morir sin dignidad, pero por todo lo alto.
Passpartout : Starving Artist
Si todavía sientes la irrefrenable necesidad de dibujar genitales por el mundo, te animo a que pruebes Passpartout: The Starving Artist, que es un juego en el que te animan a forjarte una carrera como artista representando con pintura la vida tal y como la ves o la sientes.
El objetivo es triunfar, claro que sí, pero nunca se sabe qué camino seguirás, si para ti el triunfo será simplemente poder pagarte el vino y las baguettes que tanto te chiflan, llegar a los salones o galerías más elegantes del país, rebelarte contra el sistema pintando desde tus inquietudes anarcosindicales o qué, pero lo que te aseguro es que Passpartout es un juego peculiar, leñe.