"Simulador de vida" puede sonar muy técnico, pero en realidad se trata de uno de los géneros de videojuegos más lindos y humanos que existen (aunque luego los protagonistas sean animaletes o bichos fantásticos). Es verdad que el concepto abarca más una esencia que una serie de puntos definidos, pero hoy te queríamos traer varios ejemplos que te podrían acompañar en algún momento tristón o tenso y que —palabra— te ayudarán a desconectar y reconectarte.
Seguro que te viene a la mente un Los Sims (que más pronto que tarde debería anunciar su quinta parte), un Animal Crossing o un Stardew Valley pero con los años han ido apareciendo muchos más títulos que exploran las "mecánicas de vida" y las aprovechan para expresar diferentes narrativas o atmósferas. Prepárate para vivir... ¡y regar chirivías!
¿Qué es un simulador de vida?
Definir a los simuladores de vida no tiene mayor complicación. Se trata de juegos en los que controlamos a uno o varios personajes y supervisamos o guiamos su día a día en el mundo que sea. A partir de aquí, lo que caracteriza a uno u otro juego es el grado de interacción que tenemos con cada personaje o cuánto influyen nuestras decisiones en sus vidas.
En este sentido, puedes encontrarte vidas en el campo, en ciudades, en altamar... La cosa es que encuentres, sobre todo, el entretenimiento a través de acciones cotidianas en situaciones de ensueño o, simplemente, en mundos que no son el tuyo. Así también podrías tener un escape creativo y existencial que te inspire en tu día a día, ¿quién sabe?
Los 5 mejores simuladores de vida
My Time At Portia
¡Ja! Te creías que íbamos a empezar la lista con el pinche Stardew Valley, ¿verdad? Lo sentimos, pero los tres juegos que hemos mencionado más arriba los conoce todo el mundo. Aquí venimos a hablar de joyas tan curiosas como el My Time At Portia, que te emplaza en un mundo postapocalíptico en el que deberás levantar de nuevo el taller de nuestro padre.
Todo transcurre 100 años después de un misterioso cataclismo. A ti te toca recolectar recursos, cultivar el campito y ayudar a los vecinos para ir descubriendo las verdades del mundo de antaño. Seguro que encuentras mucha paz en este mundo ghiblesco habitado por PNJ majísimos, amables y memorables. ¿A que no le pega ser postapocalíptico?
Littlewood
Littlewood ya transita en la línea entre el life sim y el RPG. Nuevamente nos encontramos con un mundo en el que algo gordo ha pasado, pero en este caso es el fin de un conflicto bélico. Controlas a un héroe vencedor y justiciero que se merece una vida de calma, y deberás ayudarle a encontrar un lugar donde vivir y convivir con sus compañeros de batalla.
En la aldea que crearás habrá mucho de grindeo para conseguir los materiales, pero el resultado es muy gratificante, especialmente por la simpleza visual inspirada en una época más simple. Además, en Littlewood hay un componente de personalización de todo lo que entra dentro de los lindes de la aldea mucho mayor que el de otros juegos similares.
Spiritfarer
Puede que Spiritfarer no se adhiera rigurosamente al planteamiento de un simulador de vida clásico en un primer vistazo (y en uno más profundo, menos, porque es más simulador de muerte que otra cosa), pero comparte muchas mecánicas del género y, leñe, es hermosísimo e inolvidable. Si lo que buscas es una experiencia linda y amable, estás en el lugar correcto.
Stella, la protagonista, es la nueva capitana del mismito barco de Caronte (aunque no busques mucha referencia a esto en el juego), y como tal tienes la misión de recolectar las almas perdidas y llevarlas en el barquito. Eso sí, no solo te conformarás con servirles de transporte, porque tendrás que construirles habitaciones y atender sus necesidades alimenticias (sí, haciéndoles sus comidas favoritas). Por el camino, descubrirás detalles de sus pasados y del de la propia Stella.
Second Life
¿Que Second Life tiene casi 20 años? ¿Que es una mundo social más que un simulador de vida? ¿Que el metaverso ya existía ahí dentro? Ya, pero aunque en su interior los límites de la vida virtual se difuminen con respecto a la real, no deja de ser un pack completo en el que hacer realidad muchísimos sueños —los más sublimes y los más perversos—, y a ese respecto nos cuadra.
A diferencia de los juegos que hemos ido exponiendo, en Second Life no hay objetivo de ninguna clase, porque ahí se va a vivir: conoce otros habitantes, compra en centros comerciales, hazte con una vivienda, perfila y modifica tu versión digital, organiza fiestas, enamórate...
Unpacking
Esto es una recomendación ya muy personal, pero leyendo sobre simuladores de vida, lo encontramos mencionado y de repente tenía todo el sentido del mundo. Unpacking es uno de los juegos que más sentido le dan a eso de contar una historia a través de la pura interacción, y en este caso la cosa consiste en colocar toda clase de enseres en las diversas casas a las que te mudas a lo largo de tu vida.
Es una experiencia que engancha directamente con tu empatía y curiosidad. No queremos dar muchos detalles sobre cómo se desarrolla o qué clase de sorpresas te encontrarás, claro, pero como simulador de vida tiene un poder extraordinario con un peso muy liviano en cuestión de mecánicas. Lo que te aseguramos es que no lo olvidarás jamás.
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