El stuttering es algo estrechamente ligado a los FPS, y muchos jugadores han oído el término en más de una ocasión y siguen sin saber qué es exactamente. Como tantos otros problemas técnicos que pueden afectar a los videojuegos, el stuttering es capaz de convertir una experiencia disfrutable en un auténtico suplicio que nos quita las ganas de jugar a cualquier cosa.
Aunque es un problema históricamente ligado al PC, también puede ocurrir en algunos juegos de consola que no estén bien optimizados del todo. Te damos la definición y te ponemos algunas soluciones si lo estás experimentando en uno o más títulos.
¿Qué es el stuttering?
Stutter es un verbo en inglés que significa "tartamudear". Si aplicamos esto a los videojuegos, son básicamente caídas de frames que hacen que la partida se ralentice, se retrase o que incluso se salte varios frames, creando la sensación de que la imagen "da saltos".
Los motivos por los que este efecto puede suceder son variados:
- Tu tarjeta gráfica no es lo suficientemente potente y ante la falta de recursos hará aparecer el stuttering.
- Si hay muchos elementos a la vez en pantalla, la culpable puede ser la RAM.
- El juego usa muchos recursos de tu procesador y este no puede mantener el ritmo.
- Tu PC o consola se está sobrecalentando y no puede funcionar a pleno rendimiento, lo que causa el problema.
Como verás, no es un problema que cuyo diagnóstico pueda darse en unos segundos, y es que los elementos culpables de este efecto pueden ser muchos y dependerán casi enteramente de la naturaleza del juego.
¿Cómo puedes solucionar el stuttering?
Como te podrás imaginar, tener un buen PC elimina casi de raíz la posibilidad de que esto ocurra, pero si no puedes hacerlo entonces tienes varias opciones:
- Bajar la calidad y el filtrado de las texturas: cuanto menos le exijas al juego en lo que a texturas se refiere menos probabilidad hay de que se trabe.
- Activar (o desactivar) el FreeSync o VSync: prueba a ver si activando o desactivando esta opción el juego funciona algo mejor.
- Quita o reduce el anti-aliasing: otro detalle importante que afecta bastante a la gra´fica y que puedes reducir o eliminar.
- Bajar la resolución de pantalla del juego: el truco más viejo del mundo, pero que sigue dando buenos resultados a día de hoy.
Como comprenderás, todas estas soluciones van a hacer que el juego se vea "peor" gráficamente hablando, pero si con ello gana estabilidad nos parece un trato estupendo.