¿Te PS4 se calienta demasiado y/o hace mucho ruido? No es ningún secreto que tanto PS4 como su modelo más potente, PS4 Pro, adolecen de estos problemas. De hecho, normalmente se suelen agravar con el tiempo. Esto es debido al desgaste de la pasta térmica que emplean ambas consolas. No obstante, si queremos cambiarla, deberemos desmontar la consola. Nosotros te recomendamos que, antes de ello, pongas en práctica estos pasos.
Poniendo en práctica lo que te expondremos a continuación, es muy probable que consigas que la ventilación y, por consiguiente, la temperatura de tu PS4 mejore. A veces no hace falta llegar a soluciones tan radicales que impliquen el desmontaje de la máquina.
Como evitar que tu PS4 se caliente y haga mucho ruido
Lo cierto es que no hay una «solución mágica», sino una serie de consejos que puedes poner en práctica desde ya para mejorar la ventilación de tu consola. Es muy probable que con solo una no consigas grandes resultados, pero si las pones todas conseguirás con toda probabilidad que tu PS4 vaya mejor.
- Evita que tu PS4 esté encajonada en un mueble: suele ser un error bastante común. Metemos la consola en un mueble encajonada para que quede bien, pero si no dispone del suficiente espacio, al final provocamos que el calor se acumule. Para ello, lo más recomendable es que el espacio sea, aproximadamente, de dos veces más ancho que su volumen.
- No la coloques sobre una superficie que retenga el calor: Cómo es lógico, hay distintas superficies que retienen el calor más que otras, entorpeciendo que la consola pueda refrigerarse correctamente. Para solucionar esto, dispones de varias opciones. Una de ellas es adquiriendo el soporte oficial, pero también puedes comprar unos «elevadores» que levanten ligeramente la consola, colocándolos en las esquinas. Estos te podrían servir. También puedes optar por algo más rudimentario, colocando unos topes o tacos en las esquinas mencionadas. Lo importante es que la consola quede ligeramente elevada y, sobre todo, recta y estable.
- Cuidado con el polvo: El polvo es el mayor enemigo de tu consola, ya que una acumulación excesiva termina tapando las vías de entrada y salida de aire. Por tanto, asegúrate de colocarla en un sitio limpio dónde puedas darle un mantenimiento de forma regular. También puedes recubrirla con un trapo o funda cuando no la uses.
- Usar un ventilador: Podemos colocar un ventilador para ayudar a que nuestra consola consiga refrigerar mejor. No obstante, debemos tener cuidado de que no apunte hacia la parte de atrás por donde expulsa el aire, ya que así obstaculizaremos la salida. También puedes optar por adquirir una base refrigeradora como esta.