Consejos para derrotar a Rom, la Araña Vacua de Bloodborne, sin acabar entre sus fauces

Cómo derrotar a Rom en Bloodborne
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Uno de los jefes principales que encontramos en Bloodborne es Rom, la Araña Vacua. No brilla por su fuerza pero sí por su molestia debido a todas las crías que se abalanzan hacia nosotros. Un enemigo que sin duda sería la pesadilla del mismísimo Ron Weasly pero que por suerte con estos consejos no va a ser una gran molestia para nosotros.

La encontramos dentro del Lago Lunar y derrotarla nos dará casi 25.000 ecos en primera partida y Sangre fría semejante. Así que preparad vuestras armas que en la siguiente guía vamos a por ella.

Cómo derrotar a Rom, la Araña Vacua

El primer consejo y más útil es que llevéis buenas dosis de Papel de Rayo, ya que este enemigo es débil a este elemento. Nada más llegar veremos que invoca a sus crías para atacarnos mientras ella permanece más alejada. Lamentablemente, ignorarlas no es la mejor vía ya que como os comentaba en la guía de 11 consejos básicos de Bloodborne, los ataques en grupo son peligrosos.

Por ello, es recomendable que nosotros también contemos con ayuda e invoquemos al aliado de la lámpara antes de entrar. De esta manera, eliminar a los enemigos secundarios será más rápido, a la vez que distraemos a las pequeñas y podemos atacar a la grande.

No suelo recomendar ir de golpe a por un enemigo en este juego, pero si tenéis la oportunidad de estar cerca de ella y pegarle con el arma imbuida en rayo tampoco lo penséis. Suele teletransportarse al poco tiempo así que aprovechad. Por cierto, es mejor pegarle en los lados que en la cabeza.

Cuando hayamos repetido este proceso, Rom se pondrá más agresiva y entrará en una nueva fase.

Cómo derrotar a Rom

Segunda Fase de Rom

Hay que tener muy vigilados los movimientos de la araña, ya que nos indican qué ataque viene después. Casi al comienzo de este cambio de fase aprovechad para esquivar sin parar, porque se viene un ataque de hielo que nos persigue. Podemos predecirlo si se pone boca arriba con las patas en el aire.

En esta fase es mejor mantener una distancia prudencial, ya que si nos acercamos demasiado provoca una explosión bastante potente. De nuevo, podemos adivinar el ataque si vemos que se pone a girar, por contra, veis que rueda significa que el hielo va a salir del suelo.

El truco está en reconocer el timing de ataque y aprovechar para darle un par de golpes de tanto en tanto. No es un enemigo muy rápido. En esta fase de nuevo el rayo es extremadamente útil. Vigilad también a las pequeñas, porque pueden lanzarse desde lejos. Si encontráis un espacio lejos de ellas es lo mejor para curarse.

Es un combate algo lento, pero con paciencia bastante asequible. ¡Suerte!

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